A principios del 2020, con la llegada de la pandemia, la dupla de CA7RIEL y Paco Amoroso encontró el hueco perfecto para escabullirse de las obligaciones y enfocarse cada uno en su proyecto personal. Ca7o se alió con Tomy Sainz en la producción, y juntos le sacaron jugo al hermetismo de la situación para bajar a tierra ideas voladas y materializarlas en lo que hoy conocemos como El disko.

Es imposible tratar de catalogar o definir la obra de Catriel Guerriero y este nuevo material lo vuelve a confirmar. Tanto su música como su personalidad coquetean con elegancia entre dos mundos antagónicos. Lo sucio y lo salvaje magnetiza con lo fino y lo complejo; lo terrenal se enamora de la psicodelia y todo se vuelve un concepto abstracto pero adictivo.

El disko es una demostración pura de esa dualidad, donde el pibe metalero y guitarrista virtuoso se pone a experimentar con programaciones y autotune; y le sale genial. Lejos de ser una provocación (algo que le encanta), son las ansias de alguien desprejuiciado por hacer lo que le gusta y lo que mejor le sale.

Desde su comienzo, en los primeros segundos de «Muy bien», con un sample híbrido entre «Luna de miel en la mano» y «Lucy in the Sky with Diamonds», las intenciones quedan claras: vamos a tener a CA7RIEL en estado puro. Ese mismo tinte lisérgico e inquieto continua en «Bad Bitch» y «U.u», acompañados por riffs pegadizos que, junto al beat, encaran un groove estridente.

En la otra cara de la moneda aparece el lado más contemplativo y blando de Ca7o, que, entre la noche y el humo, engatusa al amor para una velada indecorosa. Así suceden «Donde Tai», «Chanel Maconha» y «Nunca me atiende». Tampoco pasa desapercibida «Souvenir», una balada lenta e íntima, donde la voz de Catriel y su guitarra son las protagonistas.

Finalizando El disko, y como no podía ser de otra forma, aparece la electrónica más violenta, con trazos de dubstep, en «Keyhole» y «Sin Sublow», tracks donde también colaboró y dejó su marca Yalve. Es curioso pensar que todo empezó con «Polvo» y concluye de igual forma, como la vida misma: la manera en que somos concebidos y lo que terminamos siendo una vez que morimos. Casi que parece un guiño escondido de esos a los que Ca7o nos tiene acostumbrados. Es el broche de oro para cerrar una obra auténtica, conceptual y muy representativa.